jueves, 17 de diciembre de 2015

La tristeza que es según Dios produce "arrepentimiento".


El verdadero arrepentimiento produce gran tristeza por el pecado cometido, y nos lleva a asumir la culpa de nuestra condición pecaminosa ante Dios. 2 Corintios 7:10 dice que “La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación; pero la tristeza del mundo produce muerte”.

Además, el arrepentimiento lleva a renunciar al pecado. El pecador arrepentido toma la determinación de no volver a él, y comienza a aborrece su pecado. Anhela más que nunca ser libre de él demostrando que su arrepentimiento es real andando en la senda de justicia y evidenciando su arrepentimiento con frutos.

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” es la evidencia de que ha ocurrido un cambio radical en nuestra vida.  Mateo. 3:8.

Y finalmente, el arrepentimiento lleva a confesar los pecados ante Dios. No escondiendo nada, nos presentamos en oración directamente ante Dios Padre en el nombre de Jesús que es nuestro ¡SÓLO Y ÚNICO INTERCESOR!

“Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también INTERCEDE POR NOSOTROS”  Romanos 8: 34

“Porque hay un sólo Dios, y un SÓLO MEDIADOR entre Dios y los hombre, Jesucristo hombre” 1 Timoteo 2: 5

La confesión debe ser dirigida directamente a Dios Padre en el nombre de Jesús, y nunca hacerla  a través de un hombre, ya sea sacerdote o pastor, ya que ni el uno ni el otro, tiene el poder para perdonar pecados! Esta oración tiene que ser en la intimidad con el Padre celestial. En Mateo 6: 6 el Señor nos dice: “Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio”

“Y todo lo que pidan al Padre EN MI NOMBRE, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieran EN MI NOMBRE, yo lo haré” Juan 14: 13-14

 El arrepentimiento debería de ser algo de todos los días. El arrepentimiento es uno de los factores fundamentales para recibir respuestas de Dios y ser usado por Él. Cuando estamos en continuo contacto con Dios a través de la oración, él tratará con nuestro pecado. No hay vida victoriosa, o crecimiento espiritual en nuestras vidas, sin un arrepentimiento genuino día a día.

Mensaje Pastor David Wilkerson: "El mensaje olvidado sobre el arrepentimiento"


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