martes, 10 de noviembre de 2020

¿Por qué vivimos tantas calamidades y sufrimientos en este mundo?



Es terrible para la humanidad vivir como si Dios no existiera. La ausencia de Dios en las naciones del mundo es la causa del dolor y del sufrimiento en el cual nos encontramos actualmente.

Las naciones del mundo echan  a Dios de sus calles, de sus hogares, de sus escuelas, de sus universidades y se mandan a erigir estatuas por todas las esquinas como si fueran dioses.

Son necios que prefieren los consejos de un santero, un espiritista, un astrólogo y rehúsan la ayuda y la sabiduría del cielo. Un mundo sin Dios es un mundo de tinieblas y maldad

Un mundo sin Dios está bajo la sombra de Satanás, bajo la influencia de demonios, bajo la batuta del príncipe de las tinieblas. . Un mundo sin Dios es un mundo desordenado y atroz, porque donde no está Dios no puede haber orden ni estabilidad, y aun la naturaleza se sale de control, porque Dios es el eje en el cual debe sostenerse la Creación y al romperse dicho eje, al alejarnos de Dios, solo puede quedar el caos que tenemos actualmente.

Una nación sin Dios no tiene esperanza, ni futuro para su gente. Van de mal en peor y sobre todo será condenada a desaparecer.

Una nación sin Dios no tiene razón de ser.

El hombre o la nación que echa a Dios en un rincón debe de saber, que su destino es muerte, es tragedia, es desesperación. El mundo está lleno de religiones, las naciones todas se proclaman religiosas a su manera, pero cuán lejos están de Dios.

Vemos a los gobernantes ir a los templos a orar por la paz y se sientan para proclamar las guerras, hablan de libertad y democracia y quieren imponerse a la fuerza, abusan de su poderío. Así estamos, viviendo del cuento religioso.

Es absurdo que se proclamen "guerras santas". Ninguna guerra es santa, la guerra es un horno de homicidas que violentan el más sagrado de los mandamientos de Dios.” Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo”. Quien mata es homicida y los homicidas no entrarán al cielo.

Hemos tratado de aniquilar, de asesinar a Dios, hemos luchado por negarle el derecho a la existencia. Hemos creado miles de personajes en las literaturas del mundo, pero nos resistimos a creer y aceptar que Dios tiene derecho a la existencia. Hemos utilizado nuestra inteligencia durante mucho tiempo para negar la existencia de Dios, para despreciarlo, para darle la espalda. Hemos echado a un Dios viviente a una esquina y hemos proclamado a hombres y mujeres como dioses y diosas.

Cuando un "profesor" se levanta en medio de una clase para profanar y negar la existencia de Dios, se siente poderoso, se siente intelectual, se siente sabio, se siente algo importante. Pura necedad y soberbia.

La humanidad se enfrenta a la peor de las crisis en toda su historia.

Es increíble que luego de alcanzar el más alto nivel de tecnología, de ciencia, de civilización hoy estemos en el más bajo nivel de espiritualidad. . Los gobernantes del mundo han puesto su mirada en lo malo, en las guerras, en la inmoralidad (imponiendo y aprobando leyes en contra de los designios de Dios) en la avaricia, en la torpeza e imprudencia, han expulsado a Dios de sus vidas, de sus familias, de las aulas escolares, de sus universidades para enseñar necedades y mentiras. Prefieren decir que son descendientes de un mono, o de un gorila, que afirmar que fuimos creados por Dios. En una palabra, “El mundo ha abandonado al Dios dador de amor y de toda misericordia”
Hay relación entre:Estamos cosechando lo que hemos sembrado”.

Las naciones del mundo ignoran que Dios puede intervenir si se lo permitimos. Dios ha estado presente en medio de la humanidad desde el mismo día que fuimos creados. Durante estos seis mil años la presencia de Dios ha estado presente en este planeta. Dios se ha revelado como Dios Padre y fue rechazado, se reveló como Dios Hijo y fue rechazado, se reveló como Dios Espíritu Santo y fue rechazado.

La verdad es sencilla. Somos necios, torpes, engreídos, ciegos e ignorantes. Hemos rechazado al Dios Creador para seguir el sendero de un diablo que ha sido derrotado y que pronto será destruido. Rechazamos la luz del mundo para caer en el abismo de las tinieblas, rechazamos al autor de la vida para pedir al homicida de Barrabás. Hemos abandonado la verdad de Dios para aceptar la mentira de la ciencia. Entonces, ¿por qué esperar que Dios intervenga en los asuntos de este mundo y tenga misericordia?

Es muy triste lo que está pasando actualmente en el mundo, y por supuesto que todo esto nos conmueve, pero no olvidemos que la humanidad se ha negado a vivir de acuerdo a lo que Dios enseña, hemos descartado sus principios, para poner en práctica gobiernos de maldad, de corrupción y de injusticias

Aun así Cristo murió por nosotros y podemos aún acercarnos a Dios a través de Jesucristo si le aceptamos como Redentor y Salvador y vivimos en la voluntad del Padre. Dios no quiere la muerte del impío, sino que el impío se arrepienta de todos sus pecados, nazca de nuevo y viva en el espíritu para la gloria de Dios. Ezequiel 18: 23
¿Seguiremos sorprendidos y sin comprender por qué vivimos tantas calamidades y sufrimientos en este mundo?

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