La razón por la que muchas personas sienten un vacío interior, es porque Jesús no ha entrado en sus vidas. La Biblia dice que sólo podemos llegar a Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. En el momento que decidimos responder ese deseo de encontrar a Dios por medio de su hijo Jesús, se abre el velo que nos separaba de Dios y nuestro corazón tiene contacto con ese amor que nos quitará la sensación de vacío y sed espiritual.
Dice
la Biblia en 1 Timoteo 2: 5: «Porque hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre Dios
y los hombres, Jesucristo hombre".
Quiere
decir, que nadie absolutamente nadie, ni ninguna práctica religiosa
puede hacerte llegar a Dios, solamente uno y ese es Jesucristo. Él
fue el único que murió por ti y por mí para darnos salvación,
para permitirnos llegar a ese Dios misericordioso, que si no le
conoces, te invito a que le conozcas y que rindas tu corazón y tu
vida ante Él, pues Él perdona, lanza tus pecados a lo profundo del
mar y no los recuerda nunca jamás. Sólo debes arrepentirte de
ellos, confesarle con tu boca y creer con fe en tu corazón que el
Señor te ha perdonado todos tus pecados y aceptar que el Señor
Jesús murió por ti, en tú lugar.
Si
deseas reconocer a Jesucristo como tu salvador personal, y permitirle
ser el puente que te lleve al Padre, entonces, ven ante Dios en este
momento, donde te encuentres, ahí mismo donde estás!
Te
voy a invitar hacer una oración, aunque primero te tengo que
explicar que no basta solamente con hacer una sencilla oración, ya
que lo que sale de la boca se lo lleva el viento! Es
de crucial importancia que NO bases tu salvación en el hecho de
decir o de repetir una oración. ¡El recitar una oración no puede
salvarte! Si quieres ser salvo y tener la salvación que está
disponible a través de Jesús, tienes que poner tu fe en Él.
Confiar plenamente en su muerte como el sacrificio suficiente y
sustituto por tus pecados. Tienes que depender y cree totalmente y
únicamente en Cristo para ser salvo! Dios NO invita a cada persona
que le deje entrar a su corazón repitiendo simplemente una oración.
Dios ordena y demanda a todo hombre y en todo lugar que se "arrepientan" y pongan sus ojos en Cristo toda una vida.
Tiene
que salir del corazón, de la intención más interna e íntima de tu
ser producida por el arrepentimiento, y por la convicción del
Espíritu Santo en tu corazón, ya que es ésta actitud de corazón
la que produce una verdadera conversión, y el nuevo nacimiento
espiritual.
No
es simplemente el hecho que una persona diga creo en Cristo. Sólo
Dios conoce los corazones, y es en esta actitud que te invito a
repetir con mucha fe y sinceridad esta oración (puedes agregarle si
lo deseas, otras palabras más que salgan de lo profundo de tu
corazón)….
“Señor
Jesús, en este momento reconozco ante ti, que soy pecador(a),
reconozco que moriste en la cruz del calvario para darme salvación y
vida eterna, que tomaste mi lugar en la cruz, y que llevaste sobre ti
todos mis pecados. Te pido Señor que me laves con tu sangre preciosa
todo pecado e inmundicia, y me des nueva vida en ti. Yo confieso con
mi boca que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que Dios lo
levantó de entre los muertos! Señor inscribe mi nombre en el Libro
de la Vida y no lo borres nunca jamás". -AMÉN-
Si
has hecho esta oración, en arrepentimiento de pecado, creyendo con
todo tu corazón, y con toda sinceridad; te puedo asegurar que eres
salvo y tienes la vida eterna! Ya que lo has hecho bajo la promesa de
la Biblia en Romanos 10.10 –“Si confiesas con tu boca que Jesús
es el Señor, y crees en tu corazón (en arrepentimiento de pecados)
que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” AMÉN!
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